El proceso de rehabilitación de fachadas del Paseo de Recoletos 3, construido en el año 1974, necesitó de un análisis y diagnóstico previo a la intervención. La intervención no modifica el aspecto formal de las fachadas, pero sí el de la cornisa, donde gracias a los avances tecnológicos y a la innovación en el empleo de los materiales se propuso una solución en zinc que mejoraba el comportamiento de la piedra y reducía considerablemente el peso.